Memoria inaugural

 IV

Memoria inaugural
Es cierto que todo pudo ser otra cosa, porque nada fue color morado o pálida violeta y no tuvo por obligación que llegar a ser esto, lo que fue...
También los elefantes pudieron ser azules y los rinocerontes verdes con raíces en la tierra o con forma de caracoles o que se hubiese formado otra morfología en todos los cuerpos...
Además no tenía porqué ser lo que ahora tu y yo creemos, ni ser sonatas musicales repetitivas ni tampoco las palabras que vienen ardiendo con el primer desayuno en la mañana, lo que nos obliga a compartir el color de las nubes y otras formas que pronto vamos a inventar...
Resulta que muy temprano comenzamos a impartir consignas, sobretodo cánticos a uno mismo; como si uno fuese ritmo de lluvia persistente, corriente, inaugurando palpitaciones; como un asunto trivial, matinal, cosas de cada día como deshacer un tejido y luego volver a tejerlo.
Tratamos de comenzar bebiendo un caldo oscuro, desarticulando el tiempo, cambiando el alimento para obtener un instante donde todo hubiese sido diferente...
Entonces así es como rechazamos ser átomo primario o si quieres célula individual, hubiésemos querido ser solamente amarilla rosa roja, porque en el ser de las cosas seguimos estando desnudos y uno solamente trata de ocultar su forma.
de
"Prejuicios Anteriores"
Francisco Viñuela

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