Juanito de Arcos Capitulo VI
Capítulo VI
Lejos, desde el interior, Juanita escuchó una serie de ruidos del gallinero alborotado, cacareo por ventanas entre abiertas y portazos en los corredores de la clínica con una ventolera que trajo los olores del corral y el olor a petroleo de un camión ruidoso.
La v oz y los pasos en el corredor la volvieron a meter en el mundo de su infancia.
-soy yo, Juanita, mi adorada, tu padrino amado! gritó con una voz ronca.
-Papacito, eres tu de veras ? gritó Juanita
corriendo hacia las puertas de la cocina que se abrieron de par en par.
Allí, vestido con un atendo extraño, mezcla de ropa militar y zamarra de vagabundo estaba
Jópalong White, temido mercenario y tremendo guerrillero en la guerra de Zaire que iba a transformarse más tarde en la famosa guerra de liberación del Congo belga...
Ella corrió lanzándose en sus brazos, dándole casi un empellón contra el muro y él recibiéndola
más bien sorprendido.
-Pero qué hace aquí Papii, te buscan por todos lados- le dijo tomándolo de la mano, -Ven a sentarte pareces cansado, estoy preparando un 'Cassoulet' a la española-
Se sentaron frente al largo mesón de mármol frente a los ventanales abiertos. El calor húmedo entraba con el verraquear de gruñidos sordos, los cerdos se atacaban a los deshechos del día, el balar de las cabras comiéndose una parte del tejado de paja...
... y el ensordecedor clocar de gallinas cluecas mientras que el arrufar amenazante de los perros hincharon el hocico mostrando los dientes apenas le vieron entrar por el portal.
Jopalang sostenía las dos manos de Juanita
y le dijo apretándolas mientras la miraba intensamente a los ojos :
-He venido a buscarte Juanita porque no puedes quedarte sola aquí ya se terminó
todo; y van a demoler el pueblito y la clínica, nadie te va a poder proteger y los del gobierno en Kinshasa no podrán seguir pagando guardias armados,
- le dijo de un sopetón.
Comentarios