EL COYOTE ENTRE LAS SOMBRAS
Francisco Viñuela Un coyote entre las sombras Los árboles en el bosquezuelo dejaban un espacio y entre las sombras se dibujaba el tronco de otros árboles por donde se filtraba muy poca luz durante eso que uno llama las primeras luces de la mañana. El asunto sucedió a comienzos de la primera nieve, en ese momento especial cuando el bosque y los senderos recién comienzan a teñirse de blanco. Siempre es así cuando cae la primera nieve en estos bosquecitos, aquí arriba, en las colinas de Saint Lazare de Vaudreuil. Los árboles se blanquean, las ramas aún no se transforman en hielo, son solamente largos hilos, cordeles de hojas que comienzan a enfriarse antes de congelarse. Por allí atraviesa la poquísima luz del día y en el sendero la hojarasca café, algunas veces amarilla, se mezcla con la nieve y el barro derritiéndose porque el terreno recién va a comenzar a enfriarse. La luz es breve y el día no dura mucho tiempo. El bosque es de Arces ya deshojados y -entremedio- el Pinedo reparte so